Lunes ,22 Octubre de 2012.
El estar ante una situación
de urgencia te pide calma pero a la vez
una actuación rápida, segura y eficiente, hoy por primera vez he podido
comprobar y experimentar esa sensación.
Paciente oncológico que ingresa en urgencia por sospecha de Sepsis: signos y síntomas que
se detectaron al principio de su llegada:
-
Ictericia
-
39º C
de temperatura
-
Hipotensión arterial descompensada
-
Malestar general
-
Presencia de vómitos.
El primer contacto fue tomar su tensión
arterial y al ver que disminuía y se descompensaba, me recorrió una sensación de nerviosismo, mi ritmo cardiaco aumentaba, por un
momento me quede paralizada ante la
situación, al ir a coger una vía para administrar rápidamente la medicación, mis manos temblaban; pero fue tomar conciencia de que tenía que
hacer lo posible por controlarme y poder
ayudar a aquel paciente, que de
inmediato reaccione y empecé a ayudar.
En toda situación de emergencia sanitaria existen unos
sujetos: el paciente, los profesionales
sanitarios actuantes. Si además le sumamos el equipo instrumental con sus
cables, tubos, alarmas, etc.; estamos creando un entorno muy especial en el que
el estrés va a ocupar un lugar importante.
Lo primero que experimente fue la incertidumbre, el
nerviosismo y el no control de tus emociones. No sabia lo que le iba a pasar,
No sabia qué hacer, cómo actuar, me encuentraba
indefensa, pasiva. Pero en momento de segundos vino la adaptación a la
situacion, es como si tu mente se
activase y de un momento a otro recuerdas en cuestión de segundos todas las
pautas de actuación que debes seguir,
todos los conocimientos que adquirieres
a largo de la carrera y lo más
importante el tomar conciencia de lo que estás haciendo y para que lo estás haciendo. Lo que importa
es cómo se vive esta situación.
Observaba el control que se tenía de la situación y de uno mismo
y ver lo bien que se repartía el trabajo cada enfermero,
la verdad, me dejo impresionada y con unas ganas de querer llegar a
adquirir esas mismas habilidades en este rotatorio, controlar mis emociones,
control mis reacciones, y centrarme en un objetivo claro.
Gracias a una buena
actuación por parte de todos, vez que tu
trabajo bien hecho recibe recompensas
como ver al paciente mejorar, es una gran
satisfacción.
Es muy importante “saber
observar, para saber comunicar y ayudar”.
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